Cómo hacer la mejor pizza casera

 Hacer masa de pizza casera puede parecer mucho trabajo, pero vale la pena fanfarronear. La masa en sí requiere pocos ingredientes y solo un poco de tiempo de leudado y reposo. Mientras esperas a que la masa esté lista, puedes ponerte manos a la obra preparando tu salsa de tomate, picando verduras frescas o rallando el queso que le pondrás encima. Hornee durante 15 minutos, decore con albahaca (o, seamos realistas, más queso) y disfrute mostrando su creación mucho mejor que para llevar.

Preparación

Haga “florecer” la levadura rociando el azúcar y la levadura en el agua tibia. Deje reposar durante 10 minutos, hasta que se formen burbujas en la superficie.

En un tazón grande, combine la harina y la sal. Haz un pozo en el medio y agrega el aceite de oliva y la mezcla de levadura florecida. Usando una cuchara, mezcle hasta que comience a formarse una masa peluda.

Una vez que la harina esté casi hidratada, voltea la masa sobre una superficie de trabajo limpia y amasa durante 10-15 minutos. La masa debe ser suave, lisa y elástica. Forme la masa en una ronda tensa.

Engrase un tazón grande y limpio con aceite de oliva y coloque la masa dentro, volteándola para cubrir con el aceite. Cubra con una envoltura de plástico. Deje crecer durante al menos una hora, o hasta 24 horas.

Golpee la masa y gírela sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada. Amasar durante otro minuto más o menos, luego cortar en 4 porciones iguales y darles forma redonda.

Enharina ligeramente la masa, luego cubre con un paño de cocina y deja reposar durante otros 30 minutos a una hora mientras preparas la salsa y cualquier otro ingrediente.

Precaliente el horno tan alto como lo permita su horno, entre 450-500˚F (230-260˚C). Coloque una piedra para pizza, una bandeja para hornear pesada (déle la vuelta para que la superficie quede plana) o una sartén de hierro fundido en el horno.

Mientras tanto, prepare la salsa de tomate: agregue la sal a la lata de tomates y haga puré con una licuadora de inmersión, o transfiéralo a una licuadora o procesador de alimentos, y haga puré hasta que quede suave.

Una vez que la masa haya reposado, tomar una porción y empezar a pinchar la superficie con la yema de los dedos, hasta que se formen burbujas y no se desinflen.

Luego, estire y presione la masa en una ronda delgada. Hágalo más delgado de lo que cree que debería ser, ya que se encogerá y se hinchará ligeramente durante el horneado.

Espolvoree la sémola sobre una bandeja para hornear boca abajo y coloque la corteza estirada sobre ella. Agrega la salsa y los ingredientes de tu elección.

Deslice la pizza sobre la piedra o molde para pizza precalentado. Hornee por 15 minutos, o hasta que la corteza y el queso estén dorados.

Agrega cualquier guarnición de tu preferencia.

Nutrición Calorías: 1691 Grasa: 65 gramos Carbohidratos: 211 gramos Fibra: 12 gramos Azúcares: 60 gramos Proteína: 65 gramos

¡Disfrutar!